Tanto para la elaboración de un buen trago como para entender la relevancia que tienen nuestras campañas digitales en los resultados es fundamental lograr la combinación indicada, es decir, el mix ideal.
Para hacer un Aperol Spritz, nos econtramos con la siguiente recomendación: en una copa, idealmente redonda, poner hielo y la rodaja de una naranja.
Mix:
3 partes de espumante o Prosecco.
2 de Aperol.
1 de agua mineral.
Así como en el mundo de la coctelería es fundamental entender la importancia de las partes que corresponden de cada ingrediente (ó mix) y el momento en que se aplica, para nuestros clientes tenemos en cuenta los distintos modelos de atribución, es decir, el análisis de cómo contribuye cada instancia de mis acciones de comunicación en los resultados alcanzados.
Al margen de tener conocimiento de que, para estas consideraciones mencionadas, contamos con los modelos de atribución a saber: última interacción; último clic indirecto; último clic de AdWords (próximamente Google Ads); primera interacción; lineal y deterioro del tiempo; estamos convencidos de que es fundamental entender cada uno de los momentos de contacto con el usuario (preguntarnos “cómo interactúa con la marca?”) para entonces definir lo que resulte más representativo en términos de atribución. Es por esto que consideramos importante definir el mix ideal acorde a cada situación, en donde no necesariamente se aplica alguno de los modelos mencionados, sino que buscamos customizarlo acorde a cada experiencia, obteniendo una distribución basada en lo que las estadísticas nos indican resulta más representativo.
En definitiva, es importante concluir, para entender este proceso clave y cada vez más relevante en las Estrategias Digitales, que este aprendizaje constante que nos permiten los modelos de atribución resulta indispensable para el cumplimiento de los objetivos definidos junto a nuestros clientes, hito imprescindible antes del kick off de toda acción.